domingo, 15 de mayo de 2011

Se acerca el 25 de Mayo, ya esta aquí, otra vez, lo tenemos en puerta, y para mí madre de una nena de cuatro años que va al jardín de infantes comienza el caos, donde será que venden la puntilla de color negro que me pidieron para el vestido???? Creo que entre hacer la cola para cobrar por la ventanilla del banco y hacer la cola en una mercería estamos ahí mano, a mano, quizá con la diferencia que en la mercería esta repleto de mujeres que de dos tipos: aquellas que saben lo que van a comprar y le piden a la vendedora la esfera de telgopor nº 8 (que ni idea cual es) y no se cuantas otras pretensiones más, por ende son unas hincha pelotas; y aquellas otras que no tienen idea de lo que tienen que comprar (yo soy de esas) y por ende llevan todo anotado en un papelito arrugado, corriendo con el riesgo de que al llegar a lo de la modista que le va a ser el vestido a la nena le diga: -no señora, esta no es la cinta que yo le pedí, ve que no va acá-. Con lo cual eso nos obliga a volver a la jungla de la mercería en donde otra vez peleare con la señora que siempre se quiere colar para ser atendida primero. Lo más triste del caso saben que es: que por más hermosa que pueda quedar mi hija disfrazada de dama antigua o en su defecto, de vendedora de mazamorra, es que los actos escolares ya no eran los de antes.
Y eso creo que todos lo sabemos... cuando yo iba a la escuela cada acto llevaba una emoción extra, cantabamos el himno con unas ganas. Hoy solo veo las mismas ganas cuando tenemos un partido de la selección, en donde ya no se canta más el himno sino que solo se limita, si señores se limita y ni siquiera a un monosílabo. Hoy el himno se limita a una letra, todos ya sabemos que se trata ni más ni menos que de la O.
Pero más allá de eso, en el jardin ya no se canta más, los chicos puede ser porque sean chicos, pero que hay de los padres????? ninguno se anima a ser realmente escuchado, todos "playbackean" deseando que esa canción, tal vez insignificante para ellos se termine ya. Estan ansiosos, todos recargados de digitalización, es decir, cámara digital, celular, blackwerry, filmadora, etc para plasmar que el vestidito por el cual dimos tantas vueltas en lo de la modista sea de una vez por todas publicado en el facebook para que los amigos puedan cerciorarse de lo buen padres que son. ¿Pero? mi vieja era una re buena madre y jamás subió una foto a ninguna red social ya que obviamente no existían en mi época escolar... mmm se complica la paternidad desde que se inventaron las tecnologías 2.0... o por lo menos así, lo veo yo.
La cuestión además es que las madres estan desesperadas, no les importa absolutamente nada, empujan  y empujan hasta conseguir la toma adecuada, son capaces de sacarle el microfono a la directora para que el nene pueda escuchar a su mamá diciendo: - Tomás, mirá para acá, dale que esta mamá, Tomas, hijo, foto, acá, dale-
Y saben todavía que es lo peor, que el nene, no quiere bailar el gato, no quiere vender velas, no entiende porque su mamá lo pinto con corcho si cuando se ensucia un poquito la cara ya lo esta cagando a pedo, y mucho menos quiere sacarse fotos... porque esta harto, aburrido, podrido de esos padres que una vez más lo están ridiculizando.
Por eso les digo, los actos escolares han cambiado mucho, y el 25 de Mayo no es la excepción a lo que de hoy no pasa. Valdría la pena sentarse a hablar con los chicos y contarles un poco lo que pasó ese día, olvidandonos por un rato del caballo blanco de San Martín y recordando que no es una fecha más. Y que la cinta que me costó tanto conseguir en la mercería es solo anecdótico.